Famoso restaurante de Varsovia, no solo por su excelente comida sino por la originalidad de su carta (se vende como recuerdo), del tamaño de un periódico y en la que se establecen menús para "dignatarios" y para "proletarios". Para dar nombre a los diferentes platos se recurre a personajes de la antigua Unión Soviética, de manera que éstos no quedan en buen lugar. Un ejemplo más del "amor" de los polacos a todo lo soviético.
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